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Identificada la vía de entrada que utiliza el VIH para infectar las células del sistema inmune

Un nuevo estudio, liderado por el investigador ICREA Javier Martínez-Picado del Institut de Recerca de la SIDA (IrsiCaixa), demuestra por primera vez cuál es la vía de entrada que utiliza el VIH cuando infecta las células del sistema inmune llamadas dendríticas, que se convierten en nuevos focos de infección en lugar de desarrollar su rol de erradicar el virus. Conocer esta vía de entrada es esencial para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para combatir el VIH. El estudio, que se publica hoy en la revista Blood, ha contado con la colaboración de las Unidades de Inmunología y Anatomía Patológica del Hospital Germans Trias i Pujol y del Departamento de Microbiología de la Universidad de Boston.

Cuando un patógeno entra en nuestro organismo, las células dendríticas juegan un papel clave en la organización de la respuesta inmune. Su función consiste en patrullar en el organismo y capturar a los agentes infecciosos que nos invaden. En condiciones normales, una vez que las dendríticas han capturado a patógenos tales como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), las células maduran y son capaces de degradarlos y presentarlos a su principal diana: los linfocitos T CD4+, que generan entonces anticuerpos específicos frente al agente invasor. No obstante, el nuevo descubrimiento, demuestra cómo el VIH puede entrar sin ser degradado e infectar las células dendríticas, escapando de la ruta habitual de degradación de patógenos y también del mecanismo de entrada viral clásico que utilizan otros virus.

Cuando las células dendríticas cargadas de virus entran en contacto con linfocitos T CD4+, en lugar de presentar virus degradado, liberan al exterior una gran cantidad de partículas virales competentes que infectan de forma altamente eficiente a los linfocitos T CD4+, las principales dianas de la infección por el VIH. De este modo, las dendríticas actúan como verdaderos caballos de Troya, y su contacto con los linfocitos T CD4+, que en un principio debería favorecer el establecimiento de una respuesta inmune adecuada frente al virus, se convierte en un escenario ideal para la infección de nuevas células y la progresión de la enfermedad.

El estudio demuestra por primera que el VIH utiliza la misma vía de entrada a las células dendríticas maduras que unas partículas llamadas exosomas que genera el sistema inmune para transmitir información sobre el tipo de agente infeccioso que nos ataca. Los exosomas tienen, entre otras funciones, la capacidad de estimular la respuesta inmune en zonas alejadas del foco de infección. De esta forma, las células dendríticas maduras son capaces de capturar e internalizar exosomas que viajan desde los focos de la infección, permitiendo que se transmitan a los linfocitos T CD4+ y que éstos produzcan en última instancia los anticuerpos necesarios para combatir la infección. Pero cuando las células dendríticas interiorizan el VIH por la vía de entrada de los exosomas, éstas se convierten en emisores de la infección a otras partes del organismo.

Según Martínez-Picado, “las similitudes que hemos encontrado entre el mecanismo de entrada del VIH y el mecanismo natural de entrada de las partículas del sistema immune llamadas exosomas, todavía no nos ayudan a poder diseñar una terapia para frenar uno de los mecanismos de diseminación de la infección más eficientes, ya que hay que diseñar una estrategia que sea capaz de frenar la entrada del VIH pero no la de los exosomas, que son imprescindibles para desarrollar una buena respuesta immunitaria. Para ello es necesario seguir trabajando en la búsqueda de un mecanismo molecular que los diferencie.”

El estudio también demuestra que los exosomas y el VIH se acumulan en el mismo compartimento o vesícula intracelular, y que su ruta de transmisión desde este compartimento intracelular a los linfocitos T CD4+, también tienen grandes similitudes.

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