Enfermedades infecciosas globales

El tratamiento crónico de la infección por el VIH mediante la combinación de antirretrovirales logra evitar la progresión de la enfermedad en la mayoría de los casos, pero no cura la infección y representa un coste económico muy elevado. Además, si se abandona la medicación, el virus vuelve a emerger a los pocos días. Por estos motivos, uno de los principales objetivos de la investigación actual es conseguir que las personas con VIH puedan controlar la infección sin depender del tratamiento antirretroviral o que este no sea diario, entender el funcionamiento del virus al detalle y encontrar nuevas estrategias de prevención, entre otros.

Erradicación y cura funcional

IrsiCaixa invierte gran parte de sus esfuerzos en encontrar la curación del VIH/sida, es decir, conseguir que la persona tenga un control natural de la infección sin necesidad de medicación. Podemos llegar por diferentes vías: eliminando los virus capaces de multiplicarse dentro del cuerpo, limitando la capacidad del VIH para invadir nuevas células, o revirtiendo la disfunción inmunitaria producida por el virus. Nuestros proyectos tienen como objetivo diseñar estrategias, o combinaciones de estas, que nos permitan llegar a situaciones de control del virus. Algunos ejemplos de estrategias son las vacunas terapéuticas (para personas con la infección), las terapias celulares, los anticuerpos sintéticos, los fármacos que reactiven el virus latente o que induzcan su latencia profunda, etc.

Estudio del reservorio viral

Para lograr la curación funcional, IrsiCaixa estudia la actividad del VIH en los reservorios, que son las células del cuerpo en las que el virus permanece latente y donde «se despierta» cuando la persona infectada deja de tomar el tratamiento. Mientras la célula se mantiene inactiva, el reservorio viral es "invisible" para el sistema inmunitario y el tratamiento antirretroviral, que son incapaces de detectarlo y eliminarlo. El reservorio es el motivo por el que hoy en día el tratamiento debe tomarse de por vida. Así pues, encontrar la forma de identificarlo, activarlo y destruirlo supondría un paso definitivo hacia la erradicación del VIH y es uno de los principales objetivos de IrsiCaixa. Entre otras estrategias, el equipo investigador realiza proyectos que buscan entender mejor la biología de estos reservorios, medirlos con precisión tanto en adultos como en niños y desactivarlos funcionalmente.

La prevención, la mejor estrategia

Toda la investigación llevada a cabo para conseguir la erradicación y/o curación funcional va íntimamente ligada al desarrollo de herramientas para prevenir la infección por VIH, ya sea mediante vacunas preventivas o con fármacos o inmunoglobulinas que actúen contra el virus de forma protectora. El estudio de la respuesta inmunitaria en personas conductualmente vulnerables al VIH nos ayuda a desarrollar estrategias para prevenir la infección. IrsiCaixa trabaja en el desarrollo de unos anticuerpos monoclonales que bloquean la acción del VIH en el cuerpo y potencian la actividad de las células Natural Killer del sistema inmunitario, encargadas de la destrucción de las células ya infectadas. En un futuro, estas herramientas podrían formar parte de una estrategia tanto de erradicación como de prevención.

Un problema de salud global

Más esperanza de vida, pero no para todo el mundo

Hoy en día, la esperanza de vida de una persona infectada por VIH y con acceso al tratamiento puede ser la misma que la de la población no infectada. Desgraciadamente, a pesar del esfuerzo por dar cobertura médica a todas las personas y la mejora de las cifras en este sentido, el tratamiento no llega a todo el mundo y, actualmente, solo el 75% de las personas con la infección tienen acceso. Esto significa que todavía hay millones de personas para quienes la infección por el VIH supone un grave problema de salud, principalmente en los países con ingresos reducidos.

Por eso, la investigación para mejorar la adherencia a los tratamientos actuales y encontrar una estrategia de erradicación definitiva del VIH/sida representa uno de los mayores retos científicos y económicos a los que nunca se ha enfrentado la comunidad científica.